DESDIBUJANDO LOS LÍMITES

Para definir las tendencias en moda normalmente se analizan varios aspectos. Con todos ellos al final se elaboran los libros que ya os comentamos anteriormente. Pues bien, uno de los aspectos que se analizan son las tendencias sociológicas. Es decir, se evalúa cómo nos comportamos o mostramos en nuestras relaciones sociales, en la familia, en el trabajo, etc., y cómo afectará esto en nuestro modo de vestir.Hay algo que ya se va viendo en el mundo de la moda pero llegará al pico más alto el próximo otoño-invierno. Se trata del comportamiento y el papel de la mujer y el hombre. A diferencia del anterior post, donde hablábamos de la moda unisex, en este caso se trata de analizar un comportamiento que podría confundirse con el anterior, pero tiene aspectos diferentes. Se trata de la tendencia hacia una moda andrógena. Esto es, no buscar elementos útiles tanto para hombre como para mujeres, sino desdibujar aquello que nos diferencia hasta llegar a eliminarlo, de tal modo que llegamos a confundir los dos sexos.
Veamos un ejemplo:Algunas revistas de tendencias, nos muestra en sus portadas esta realidad. Es cierto que suele ser bastante extrema en sus estilismos, pero realmente va mostrando aquello que veremos en no mucho tiempo. La tendencia o concepto madre podría ser esta imagen:
Si os fijáis, hace ya un par de años que se están recuperando los robots de hojalata antiguos, tebeos que nos hablaban del fin del mundo, la llegada de los marcianos, las guerras entre planetas, y todo tipo de seres fantásticos. En el mundo de la moda recordad la fiesta de super-héroes que organizó Armani en NY el año pasado (¿aun pensáis que todo es un juego del azar?) Y se está popularizando. Ya no es solo algo para creativos o “raros” sino que podemos encontrarlo poco a poco, en tiendas al alcance de “nuestros pies”. No tengo ni idea pero seguro (me huelo) que se está reeditando “La guerra de los mundos” de Orson Wells. Por ejemplo, Radio Nacional de España reemitió esta novela el pasado mes de octubre (este año se celebra el 70 aniversario de la transmisión que causó un gran “alboroto” en Londres cuando lo oyentes de radio se pensaban que realmente estábamos siendo invadidos por marcianos).
Y la aplicación de dicho concepto es la siguiente:
Esta imágene es de una portada de dichas revista.
Pero para que veáis que no solo son portadas de revistas de tendencias sino que podemos empezar a palparlo a pie de calle, os muestro también una foto de la campaña de Trussardi de este invierno. ¿No os parece poco femenino y poco masculino a la vez?.
Es como si quitáramos el alma y dibujáramos un ser sin acabar de definirlo.
Si vivís en Barcelona (en esto Barcelona es un poco más puntera), veréis que los hombres van con zapatos muy estilizados, americanas entalladas, pantalones pitillos. No llevan barbas (de esas de los 2 o 3 días sin afeitar que tanto emocionaron en su día). Ahora van super afeitados con algún bigote a lo Fredi Mercuri) También se pintan la ralla de los ojos (no es exagerado, el mercado de la cosmética masculina canta por sí mismo, apertura de centros y productos especiales para chicos).
Las mujeres por otro lado usan ropas poco ajustadas. Nada de ordinarieces mostrando pechos artificiales, incluso las minifaldas se llevan desgastadas, combinadas con medias tupidas y poco llamativas. Adiós al maquillaje excesivo, sólo se usa alguno para unificar la tez. Colores neutros.

Vuelven las siluetas futuristas (¿porqué le llamarán así cuando hace décadas que existen?).
Resumiendo, empezamos a ver seres asexuados que se comportan entre s de igual forma independientemente de la edad, sexo, raza, clase, etc.
A diferencia del post anterior, en este caso quien pierde más identidad son los hombres. Cuando hablamos de moda unisex, generalmente son las mujeres la que incorporan elementos masculinos en su día a día. Al hablar de moda andrógena, damos por hecho que se ha superado (o és habitual) la fase unisex por parte de las mujeres y los hombres incorporan elementos femeninos en sus hábitos, lo que da lugar a una rara estética poco habitual hasta el momento.

Lo mejor: la igualdad en capacidades, oportunidades, etc.
Lo peor: ¿supone esto la renuncia de identidad y perdida de feminidad o masculinidad?